Diseño y naturaleza
Fotografía: Nico Saieh
Ubicada en un rincón privilegiado de Cahuil, esta vivienda de 150 metros cuadrados es un testimonio de cómo la arquitectura puede dialogar con el paisaje. Sobre una base de pilares y vigas de hormigón ya existentes, la Casa Cahuil se eleva para abrazar las vistas a la laguna y al océano Pacífico, convirtiendo el entorno en su mejor aliado. El revestimiento en madera de pino cepillada no solo aporta textura y calidez, sino que enmarca una conexión íntima entre la estructura y el entorno costero. Los paneles SIP garantizan eficiencia térmica y refuerzan el compromiso con un diseño sustentable, mientras que la brisa marina se filtra en los espacios, llenándolos de frescura y vitalidad. Sin embargo, el verdadero as bajo la manga es su cubierta habitable. Este mirador, coronado con una banca de durmientes, se convierte en el lugar perfecto para contemplar el horizonte en 360 grados, transformando el techo en un oasis funcional. Desde aquí, el paisaje se vive con intensidad: el sonido del viento, el vaivén de las olas y la serenidad de la laguna se funden en una experiencia sensorial única.