Vértigo costero
Fotografía: Pablo Casals
Enclavado entre barrancos y bosques, Refugio 45, diseñado por Gonzalo Rufin Arquitectos y Felipe Toro, se alza como una pausa vertical en el agreste paisaje de Pupuya, cerca de Matanzas, en el sur de Chile.
Su estructura de madera y acero no impone, sino que se adapta, aprovechando el reducido espacio disponible para elevarse con ligereza. Desde la distancia, su forma parece desafiar la gravedad, combinando líneas horizontales y verticales en un equilibrio preciso entre abrigo y exposición.
Con tres niveles y una distribución estratégica, el refugio separa la vida social en la base y la intimidad en las alturas. Las terrazas dialogan con el entorno, mientras que los espacios privados se ocultan tras una piel de madera, que filtra la luz y resguarda del viento. Este juego de aberturas y cierres crea una experiencia inmersiva, donde la arquitectura no solo enmarca el paisaje, sino que se vuelve parte de él.
Las fachadas responden al clima de la zona con transiciones de transparencia y opacidad: vistas despejadas hacia el horizonte, mientras que la cara norte, protegida por persianas de madera, regula la luz y la lluvia.
