Preservación arquitectónica
Fotografía: Aldo Amoretti
En la ciudad italiana de Villorba, un edificio industrial brutalista de los años 70 ha sido transformado por Studio Bressan en la nueva sede de Dante Negro, una empresa especializada en muebles de diseño metálico. La rehabilitación respetó el carácter original del espacio, adaptándolo a las necesidades de un entorno de trabajo moderno y funcional.
La fachada brutalista, con sus características bandas de concreto, ha sido revitalizada mediante tonos oscuros y grandes ventanas que aportan luz natural y establecen una conexión visual entre los espacios interiores, las terrazas y el jardín exterior. En el interior, se eliminaron las divisiones para crear áreas abiertas y fluidas, maximizando la sensación de amplitud y conectando los ambientes de trabajo con el exterior mediante ventanas continuas que aportan calidez y dinamismo.
El espacio de producción, un imponente volumen abovedado de 112 metros de profundidad, ha sido organizado para optimizar el ciclo de producción: las materias primas ingresan por el este y, tras su transformación, emergen como productos terminados por el oeste. Además, la estructura fue renovada para cumplir con las normativas sísmicas y energéticas, integrando seguridad y eficiencia con un diseño que preserva la estética brutalista original.