ESPACIOS FLUIDOS
Fotografía © Patrick Lopez Jaimes
En un área denominada Patrimonio Nacional por la UNESCO, en la ciudad de Puebla, en México, el destacado arquitecto japonés Toyo Ito diseñó el Museo Internacional del Barroco, un edificio que plasma en sí mismo lo que este estilo representa. La estructura está definida por una serie de paredes curvas que rompen con la apariencia rígida y aportan fluidez, “la idea es que incluso cuando la gente transita de una habitación a otra, experimente un espacio barroco”, comenta el arquitecto; quien intentó además asegurar el flujo la luz natural para hacer presente en el edificio el simbolismo de Dios y su oposición a la oscuridad típicas del barroco. Al observar el museo desde la altura resulta evidente su disposición laberíntica y la cúpula central que mantiene iluminados los espacios y guía a los visitantes; se estableció asimismo una fuerte conexión con la naturaleza a través del parque en el que se sitúa el museo. Los muros son de hormigón y fueron desarrollados en colaboración con la empresa mexicana Danstek, quienes los realizaron a medida e in-situ en el caso de los interiores.