Piel que teje
Fotografía: Jonathan Leijonhufvud
En lo alto de las montañas de Songyang, China, donde el tiempo parece deslizarse entre neblinas y caminos angostos, el Museo Z emerge como un gesto arquitectónico que no busca mimetizarse, sino resonar. El antiguo edificio de hormigón y ladrillo —alguna vez un cuerpo ajeno al tejido rural— ha sido reconfigurado por TEAM_BLDG como un artefacto de contraste elegante, consciente de su diferencia y transformado en poesía construida.
La estructura, ahora segmentada en cuatro volúmenes que orbitan patios interiores, se envuelve en una piel vibrante que recuerda al telar tradicional: listones de aluminio que cambian de color según la luz del día. Este revestimiento delicado, diseñado con precisión irregular, no solo aligera visualmente la masa del edificio, sino que lo conecta sensorialmente con el arte del tejido, tema central del museo. A cada hora, el edificio parece respirar con luz y sombra, envolviendo al visitante en una coreografía silenciosa de color y forma.
Dentro, el recorrido fluye alrededor de un eje de luz que atraviesa los tres niveles, acompañando las exposiciones con vislumbres del pueblo y la montaña. La arquitectura desaparece cuando debe, y cuando se muestra, lo hace con honestidad y propósito. Más que una restauración, The Quartet – Museo Z es una reescritura espacial que dialoga entre lo ancestral y lo contemporáneo, como un hilo rojo que teje pasado y presente en una sola hebra.