Menos es más
Fotografía: Tasha Tylee
Sawmill Treehouse, diseñado por el arquitecto australiano Robbie Walker, es un testimonio del buen diseño que surge de la colaboración entre arquitecto y cliente. La premisa era sencilla: una casa pequeña para compartir con familia y amigos. Desde el inicio, la conexión con el entorno fue prioritaria; en lugar de planos o materiales, la dueña compartía imágenes de los árboles que rodeaban el terreno, destacando su importancia.
Ubicada al borde de un barranco, la casa se inspira en la verticalidad del bosque: cuatro columnas representan troncos, y los listones que envuelven la estructura filtran la luz como un follaje, proporcionando sombra y frescura. La vivienda se eleva del suelo, permitiendo el flujo del agua y creando un espacio cubierto que sirve como garaje, lavandería y cocina al aire libre.
Con un solo dormitorio, baño y área de estar, Sawmill Treehouse desafía las convenciones del mercado inmobiliario, donde lo grande se percibe como mejor. Construir menos, cuando se tiene la posibilidad de hacer más, es una elección valiente en un sistema que premia el exceso. Cada material responde a un propósito: acero reciclable para la envolvente y madera sostenible en el interior, siempre dentro de las restricciones de una zona BAL 40 de alto riesgo de incendios forestales.
Más allá de su escala, la verdadera innovación está en su eficiencia. Sin depender de aire acondicionado, la casa se mantiene fresca gracias a la ventilación pasiva proporcionada por los listones de acero, que crean un colchón de aire entre la estructura y el exterior.