Referente del diseño sueco
Fotografía: Fogia
El ADN de Fogia es imborrable y está incrustado en los niveles de calidad y confort de cada pieza, pero sus propuestas más recientes eluden la trayectoria lógica en lo que respecta al color, la forma y la actitud. No se trata de renegar de su extensa tradición en el trabajo con la madera y los procesos artesanales, sino más bien es lo que han llamado una “rebelión suave” que reúne una gama diversa e improbable de objetos que marcan un nuevo tono, ritmo y propósito para el diseño escandinavo. A partir de esta idea, se retoma por ejemplo, una categoría olvidada en los hogares modernos como es la chaise longue; Lyra es obra del noruego Andreas Engesvik y mantiene la estructura tradicional de este tipo de piezas: una silueta extendida con soporte elevado para las piernas y un respaldo amplio que permite la relajación y la comodidad sin ocupar demasiado espacio. “Es interesante ver cómo el cuerpo y la mente reaccionan a una silla como esta; se tiene la sensación de estar en la cama, lo que subconscientemente permite que tu cuerpo se relaje más rápido”, explica su autor. La comodidad de Lyra proviene de su tapicería, pues el diseño permite que los materiales hablen por sí solos.
La historia de Fogia ha estado siempre ligada a la madera y fue el estudio sueco Atelier Alba el encargado de reescribir una parte de este nuevo capítulo con el sillón Block. El asiento fue diseñado originalmente para su oficina, pero al notar que su carácter coincidía con la filosofía de la marca, le presentaron el modelo y el encanto fue inmediato. Tiene un efecto familiar y amigable que crea la sensación de haberlo visto antes, es como “un buen recuerdo del pasado”, comenta Sofia Nyman, co-fundadora de Atelier Alba; sin embargo, Block posee un gesto audaz que desafía la noción de equilibrio apostando por proporciones robustas desde todos los ángulos.
Publicado en revista Ambientes Nº 136
