Línea viva
Fotografía: Gian Franco Pili, Sergi Villanueva y Pablo Paradinas
En la huerta valenciana, el pabellón 100 Metros Lineales, diseñado por Pablo Paradinas Sastre y Eletres Studio, se despliega como una intervención mínima que activa el paisaje a través de la repetición rítmica de un pórtico reinterpretado. Inspirado en las tomateras tradicionales, el proyecto sustituye la madera por acero corrugado reciclable, manteniendo la ligereza y la honestidad constructiva de su referencia agrícola. Más que un objeto, la instalación opera como una línea evocadora que invita a recorrer, mirar y escuchar el territorio.
Una cubierta textil liviana introduce un segundo plano de lectura: el de la sombra y la atmósfera. Entre luces y penumbras, las telas tensadas evocan prácticas agrícolas, protecciones estacionales y memorias del cultivo, transformando la estructura en un espacio sensorial. El gesto, delicado pero contundente, establece un puente entre la memoria rural y una expresión contemporánea que valora el paisaje desde la atmósfera y el movimiento.
Reversible, ligera y de mínima huella ecológica, la intervención funciona como herramienta crítica para reactivar el imaginario agrícola en un territorio presionado por la urbanización y el abandono del campo. Al reinterpretar estructuras vernáculas, el pabellón recupera un modo de vida amenazado y propone una mirada renovada hacia la huerta.
