Desafiar a la gravedad
Fotografía: Dennis Radermacher – Lightforge
El encargo era claro: alejarse de los volúmenes rectilíneos que abundan en el paisaje urbano de Christchurch, en Nueva Zelanda. Ante esta petición los arquitectos First Light Studio buscaron una nueva inspiración y recurrieron a una de las pasiones de los propietarios, los automóviles deportivos, en especial los de Maserati. Es así como los planos angulares y las líneas claras se superponen y convergen en una serie de puntos de fuga que giran alrededor de la fachada como si el edificio estuviera siempre en movimiento. Ninguna superficie es perpendicular a otra, haciendo que las caras desplazadas y los bordes agudos del acero se unan con gran precisión; una celosía de madera envuelve el segundo nivel de la fachada para suavizar la severidad del metal y moderar el ingreso de luz solar durante el día. En el interior se revela un núcleo de hormigón que contrasta con la madera y con la agilidad del acero.