Patrimonio recuperado
Fotografía: Sofía Oyarzún
En un delicado ejercicio de respeto y modernidad, este proyecto de restauración se convierte en un homenaje al pasado y una apuesta hacia el futuro. El inmueble, marcado por el paso del tiempo, resurge con la promesa de preservar su esencia patrimonial mientras se enfrenta a los estragos de la humedad, las termitas y el desgaste. La propuesta combina precisión técnica y sensibilidad histórica. Las fachadas norte y sur recuperan su carácter ambiental original, mientras que los pisos y cielos vuelven a alinearse con el espíritu de antaño. La incorporación de un subterráneo, cuidadosamente oculto, amplía el programa sin perturbar la imagen exterior, mientras que la mansarda se eleva como una intervención sutil, en diálogo respetuoso con la estructura existente. Materiales nobles como el pino Oregón de demolición y el zinc ondulado se restauran y reutilizan, recuperando su protagonismo en vigas, pisos y revestimientos. Las molduras, puertas y ventanas, emblemas del lenguaje arquitectónico original, se preservan con esmero, perpetuando la narrativa estética del inmueble.