Konga Village por Masahiro Katsume y Mette Fredskild

La arquitectura del nosotros

Fotografía: Dovalde Butenaite

En el corazón del bosque lituano de Dzūkija, donde la bruma matinal se enreda entre los pinos y el agua refleja el cielo, surge Konga Village: un manifiesto arquitectónico que disuelve las fronteras entre el individuo y la comunidad. Diseñado por Masahiro Katsume, este enclave no es solo un conjunto de casas, sino un experimento en sostenibilidad social, donde la pertenencia se construye a través de espacios compartidos: una sauna flotante que abraza el lago, fogatas que encienden conversaciones y almacenes que guardan no solo botes, sino historias compartidas.

Aquí, la arquitectura no es un mero refugio, sino un puente entre humanos y naturaleza, entre el yo y el nosotros. La visión de Katsume se traduce en líneas limpias y materiales honestos que no imponen, sino que invitan. Con interiores diseñados por Mette Fredskild, la calidez del minimalismo japonés se entrelaza con la funcionalidad escandinava, generando un diálogo silencioso entre tradición y modernidad, entre lo íntimo y lo colectivo.

En estas casas de 75 metros cuadrados, el diseño de planta abierta permite que la vida fluya sin barreras, como el viento entre los árboles. Pero Konga Village no es solo un lugar para habitar: es una idea que respira. Un modelo de comunidad resiliente, donde la privacidad no es aislamiento, sino elección, y donde la arquitectura es un catalizador de vínculos genuinos.

www.konga.lt

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