Piedra y silencio
Fotografía: Cesar Belio
En un paraje natural privilegiado, Casa Rinconada, proyectada por el estudio mexicano Oioioi, se despliega como una extensión del paisaje, destacando la horizontalidad como estrategia de integración. Su arquitectura, compuesta por bloques de piedra volcánica y techos de hormigón expuesto, establece una conversación serena entre materia, luz y entorno, donde los vacíos estructurales permiten que el jardín y la brisa se filtren sin obstáculos.
La tectónica del proyecto —paredes continuas y techos flotantes— genera una experiencia espacial profunda y contemplativa. La elección de materiales locales, sobrios y duraderos, ancla la construcción al territorio sin imponerse. Aquí, la arquitectura no domina: se posa con respeto, estableciendo una atmósfera de permanencia, sombra y reposo. El paisaje, concebido como una prolongación del campo, incorpora flora silvestre y espejos de agua que nutren la biodiversidad y aportan un ritmo estacional.