Intimidad ancestral
Fotografía: eyesofmemo
Casa EV se ubica en una de las zonas más concurridas del área metropolitana de Guadalajara, funcionando como un refugio íntimo y cuidadosamente resguardado del entorno. Diseñada por la firma mexicana Herchell Arquitectos para una familia que buscaba privacidad sin renunciar a un carácter contemporáneo, la residencia introduce un gesto audaz en su fachada mediante la madera carbonizada, una técnica japonesa que aporta profundidad, textura y establece un vínculo vernáculo con la historia y el paisaje local. Desde esa primera impresión, el proyecto construye una narrativa donde materialidad, resguardo y calidez conviven en equilibrio.
La vivienda se organiza a través de puentes y circulaciones fluidas que conectan las diversas áreas, articuladas en torno a una escultural escalera de herrería negra que recorre los tres niveles. Este elemento, junto con las vigas expuestas en tono negro mate y la carpintería de encino natural —basada en tonos de roble americano—, define una estética contemporánea e industrial suavizada por texturas cálidas. El paisajismo circundante actúa como barrera visual natural, sustituyendo los muros perimetrales y ofreciendo privacidad mediante una integración orgánica y evolutiva con el terreno.
En el interior, la casa despliega múltiples espacios sociales, terrazas y áreas de encuentro con la naturaleza, además de un “mancave” destinado a actividades de cacería que aporta un carácter distintivo al programa. La presencia de un librero de doble altura refuerza la vocación escultórica del proyecto, sirviendo como remate visual y punto focal del conjunto.









