Casa parota
Fotografía: Lorena Darquea
En un terreno dominado por un imponente árbol de Parota, esta vivienda se concibe como un refugio sereno que dialoga con la naturaleza desde una planta lineal que privilegia vistas, luz y continuidad espacial. El proyecto organiza los recintos como una secuencia fluida donde interior y exterior se entrelazan, permitiendo que la vida cotidiana se desarrolle en permanente conexión con el paisaje. Desde el acceso de doble altura hasta las visuales enmarcadas hacia el jardín, cada gesto arquitectónico busca prolongar la experiencia contemplativa del entorno. La distribución distingue con claridad las áreas íntimas y sociales, garantizando privacidad sin renunciar a la apertura. En la planta baja, la recámara principal se vincula a un jardín interior que refuerza la atmósfera de quietud, mientras la zona pública despliega sala, comedor y cocina hacia una terraza bañada por la luz matinal. En el nivel superior, recámaras adicionales y una terraza complementan la hospitalidad del conjunto, ofreciendo espacios resguardados y cálidos para los visitantes. Los tonos claros, la madera expuesta y los muros de piedra reinterpretan el paisaje inmediato, extendiendo su materialidad hacia el interior. Esta paleta noble, junto con mobiliario fijo y texturas naturales, crea un ambiente donde robustez y calidez conviven en equilibrio. La casa se convierte así en una narrativa habitable: un proyecto que honra el carácter del cliente a la vez que celebra la presencia constante de la naturaleza que lo rodea.
