Reviviendo arquetipos
Fotografía: Alexandre Zveiger
Con la idea de traspasar los límites de su disciplina, el arquitecto suizo Davide Macullo invitó al artista francés Daniel Buren a participar de una obra de arte pública, una “escultura viva” emplazada en el corazón de los Alpes suizos. El proyecto se sitúa espacialmente a lo largo de una línea de viviendas que forman una aglomeración alrededor de la iglesia del pueblo; este nuevo volumen hace hincapié en este eje tanto física como conceptualmente, reinventado el arquetipo de la casa. Es un recinto que define un espacio dinámico; los puntos de vista y las penetraciones de luz actúan sobre la percepción del tiempo, cada apertura está calibrada y orientada hacia vistas seleccionadas del paisaje circundante. El trabajo de Buren en tanto, se transformó en parte fundamental de la arquitectura, siendo uno de los factores que otorga la identidad al volumen; desde la distancia se perciben las franjas de colores inspiradas en el Valle de Calanca, las que intentan a su vez ser un aporte al paisaje del pueblo.