Protección y conexión
Fotografía: Hong Li
En las ciudades chinas, un espacio público que permite a los padres dejar seguros a sus hijos mientras juegan, se ha convertido en un recurso escaso; es por eso que Ledeer encargó al estudio Credohus el desarrollo de un lugar en el que niños de diferentes edades pudieran jugar juntos bajo la supervisión de profesionales. Ubicado en la ciudad de Guangzhou, el proyecto corresponde a un espacio rectangular de 8 m de ancho con luz natural solo en el lado norte; el diseño replica la idea de una calle pública que conecta las habitaciones funcionales y los grandes espacios ubicados al final del recinto. Una serie de casas de madera de diferente tamaño y formas crean un límite continuo que rodea todo el espacio, como si se tratara de un pequeño pueblo. Para lograr un equilibrio entre protección y conexión, los volúmenes están diseñados para ser semiabiertas, en tanto que pequeñas aberturas permiten que los niños pasen libremente de una casa a otra.