Movimientos y nuevos comienzos
Fotografía: Jesper Haynes
Como un río de luz y metal, Infinite Harmony ondula a través del Oculus de Santiago Calatrava en Nueva York, conmemorando el Año de la Serpiente en una sinfonía de formas y movimiento. Diseñada por Danielle Chang en colaboración con Gluckman Tang y Warren King, la instalación de 45 metros emerge como una serpiente etérea, ensamblada con paneles de aluminio cortados con precisión CNC. Inspirada en la cinta de Möbius, la escultura representa la transformación y el renacimiento, uniendo tradición y vanguardia en una danza infinita. Gracias a una superposición animada controlada por código QR, la pieza invita al público a interactuar con su fluidez digital, convirtiéndola en una experiencia sensorial en constante cambio.