Incrustado en el paisaje
Fotografía: Franco Molinari y Daniela Mc Adden
Situado en la región argentina conocida como La Pampa, este proyecto fue encargado a Estudio Ramos por el jugador de polo Ignacio Figueras con el objetivo de cobijar a 44 caballos en una superficie total de casi cuatro mil metros cuadrados. El programa se articula a partir de dos extensos volúmenes y muros exentos que al articularse, dan forma a los diferentes espacios. La planta baja posee dos sectores diferenciados por sus funciones; el primero tiene un carácter social y mira hacia el campo de polo, en tanto el que otro se orienta hacia el fondo del terreno y alberga las áreas de trabajo y habitaciones del personal. El edificio cuida de generar el menor impacto posible en el paisaje, únicamente el centro de la estructura queda a la vista, ubicándose allí un gran espejo de agua, terrazas y el monturero principal. Sobre la cubierta se plantaron pastos silvestres y nativos, ofreciendo así un nuevo espacio para observar los partidos de polo.