Refugio sonoro
Fotografía: Arch-Exist
En el umbral de una comunidad agrícola en Heilongtan, en la provincia china de Yunnan, el nuevo centro comunitario se erige como una arquitectura de transición: entre lo natural y lo cultivado, entre la memoria rural y las necesidades contemporáneas.
Inspirado en el árbol baniano —símbolo de encuentro y refugio—, el edificio se despliega como una copa protectora que acoge a residentes y visitantes por igual. La estructura, construida en una suave semi-pendiente frente a un lago artificial, convoca la vida diaria de la comunidad bajo una cúpula de madera abierta a la luz, el sonido y el paisaje.
El diseño combina materiales ligeros, técnicas de construcción eficientes y un gesto arquitectónico profundamente simbólico. La cúpula actúa como epicentro espiritual y funcional, con tragaluces que permiten crecer a los árboles y columnas delgadas como raíces aéreas, creando un espacio vivo que se integra sin esfuerzo con su entorno. Sus escalones curvos y acústica cálida la convierten en escenario de encuentros: desde conciertos íntimos hasta momentos de contemplación individual.