Convivencia en exploración
Fotografía: BARO y Marcos Zegers
Casa Humo, diseñada por el arquitecto Iván Bravo, presenta una arquitectura basada en un cubo de 11 metros, con dos de sus caras divididas diagonalmente. Sus fachadas más grandes que se abren a vistas lejanas del lago en Frutono, mientras que las menores son casi ciegas, protegiendo la entrada. Las áreas públicas ocupan un espacio abierto de doble altura, con una gran mesa hecha de un tronco caído que domina la planta baja y sirve tanto de cocina como de comedor. Revestida en listones de madera bruta teñidos en tonos de gris, la casa se mezcla con la niebla matinal, mientras un sendero sinuoso conecta la entrada con una bahía oculta del lago. Casa Humo es un ejercicio en la exploración de la convivencia y la independencia, en un entorno natural y aislado.
