Adaptarse al espacio
Fotografía: Felix Bardot
Un almacén de Melbourne se convirtió en un funcional espacio de trabajo gracias a la adición de cuatro cápsulas diseñadas por la práctica australiana Studio Edwards. La propuesta fue concebida para ser flexible y adaptativa, pudiendo ser retirada fácilmente una vez finalizado el periodo de arrendamiento. Cada uno de los módulos está diseñado con una interferencia mínima en la estructura del edificio existente y son fabricados a partir de componentes de acero que pueden ser atornillados a mano para desarmarlos o reubicarlos cuando sea necesario, y paneles de OSB deslizables para dejar entrar la luz natural y el aire fresco. En caso de necesitar mayor privacidad, las cápsulas cuentan con persianas translúcidas en la parte delantera para cerrarlos parcialmente y se incorporaron también tubos luminosos en los techos para ajustar la iluminación de acuerdo a la atmósfera de cada momento.