Arquitectura y naturaleza
Fotografía: Tao Lei
En un bosque costero del norte de China, un antiguo edificio de concreto se ha transformado en un refugio que celebra su entorno. Donde antes había paredes cerradas y pasillos interminables, ahora hay apertura y conexión con el paisaje. La planta baja, ahora transparente, se abre al bosque y al mar, enmarcando vistas gracias a un dosel en voladizo que unifica el diseño. La cubierta, con áreas sociales, privadas y una cancha de bádminton al aire libre, ofrece múltiples perspectivas del entorno. Una rampa y una escalera exterior conectan el edificio con el suelo, invitando a explorar mientras se disfruta del paisaje. Por otro lado, la fachada de piedra beige combina robustez y calidez, resonando con la identidad del norte de China.