Jugar como derecho
Fotografía: Luis Barandarián
En el corazón del Barrio Olímpico de Buenos Aires, una nueva plaza comunitaria redefine el valor del espacio público como herramienta de reparación urbana. Donde antes había un lote baldío, hoy existe un lugar vivo y accesible gracias al trabajo del estudio Región Austral y a un diseño participativo que responde directamente a las demandas de los vecinos.
Niños, adolescentes y adultos encuentran aquí un punto de encuentro, recreación y pertenencia en un contexto marcado por la desigualdad territorial. La propuesta se distingue por una estructura de tubo metálico rojo que, más que un gesto formal, organiza todo el programa: juegos, señalización, recorrido y mobiliario urbano.
El proyecto apuesta por la accesibilidad total, con materiales resistentes y sostenibles como caucho drenante y bancos de hormigón in situ. No hay cercos ni barreras, solo una invitación permanente a apropiarse del espacio.
Con criterios técnicos y ambientales bien definidos, como la incorporación de vegetación nativa y zonas de sombra, esta plaza no solo mejora la calidad de vida del barrio, sino que activa un ciclo virtuoso de regeneración urbana. En un tiempo en el que el ocio suele estar privatizado, este proyecto devuelve lo común a lo cotidiano: un espacio libre, seguro y profundamente necesario.
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