Reflejo de la naturaleza
Fotografía: Benedikt Markel
El estudio checo Petr Hájek Architekti ha llevado a cabo la transformación de un búnker abandonado de la guerra fría y lo ha convertido en un crematorio para mascotas. Esta estructura de hormigón data de la década de 1960 y se encuentra ubicado en un viejo sitio militar cerca de Praga. Este nuevo crematorio se ubica en un espacio cargado de presencia natural, por lo que su fachada fue construida a modo de espejo, con el fin de formar parte del entorno verde. La pared principal tiene una altura de seis metros y fue construida mediante la unión de pequeños trozos hexagonales de espejo. El búnker original es una estructura semi subterránea a la que los arquitectos realizaron intervenciones mínimas, buscando preservar el estado neutro de su interior. En él se desarrollaron espacios para la cremación y la despedida ceremoniosa de las mascotas, además de un área para la recepción y espera de los visitantes.