Preservar ecosistemas
Fotografía: Mauricio Carvajal
La ciudad de Bogotá está ubicada sobre una meseta que forma parte de la cara oriental de la Cordillera de los Andes y originalmente gran parte de su territorio estaba formado por humedales, de los que permanecen hasta hoy solo el 1,45%. Ante esta situación, el Jardín Botánico de Bogotá ha impulsado una iniciativa que permita preservar y conocer algunos de los ecosistemas más amenazados del territorio colombiano. El Tropicario diseñado por el estudio DARP es la principal estructura de este plan y será el espacio expositivo del proyecto. El edificio se ubica sobre las bases de una construcción antigua y destaca por un sistema de formas flexibles que respeta los árboles del lugar. El proyecto se integra al recorrido general del Jardín y su arquitectura, logrando instalarse como un edififcio abierto, sin muros. Adicionalmente, se impulsó el uso de sistemas pasivos de control de temperatura utilizando vidrios con diferentes espesores, vías para capturar el agua de lluvia y procesos automatizados que permiten abrir ciertos segmentos para controlar la temperatura.