Ofrenda natural
Fotografía: José Luis Rissetti
Este proyecto desarrollado por el arquitecto chileno Marco Polidura en el extremo norte del país se articula a partir de la idea de un tránsito permanente, alude al no-lugar y a una forma de habitar el paisaje que es tan efímera como la naturaleza misma. Este hotel invita a sus pasajeros a dejarse envolver por la brisa y los aromas del mar, a descansar bajo los rayos del sol y a cuestionar los límites materiales de su entorno. Apacheta viene de la palabra quechua “apachita” y hace referencia a montículos de piedras apiladas en forma cónica que es posible encontrar a lo largo de los Andes como una ofrenda a la Pachamama y a otras deidades. Aunque existen diferentes opiniones sobre su significado, al estar ubicadas en los caminos, se cree que los viajeros debían depositar piedras y ofrendas como señal de respeto a los espíritus que ahí habitan y para invocar su protección durante el trayecto. De esta figura simbólica surge el nombre de este hotel emplazado en el borde costero de la ciudad de Arica, sobre la arena de Playa Feliz.
Reportaje publicado en edición 132 de Ambientes