Espacios adaptables
Fotografía: Nick Glimenakis
Un emblemático edificio ubicado en la frontera de Flatiron y Chelsea, en Nueva York, fue el lugar escogido para albergar este salón de belleza diseñado por el estudio local BoND. El proyecto está inspirado en los coloridos trabajos de papel recortado de Henry Mattise, lo que se hace evidente en los murales a gran escala que crean una singular atmósfera. El trabajo comenzó algún tiempo antes de que se decretara la pandemia, por lo que se alcanzaron a incorporar las nuevas regulaciones, como una separación de 2 metros entre los clientes y delimitaciones claras pero que logran integrarse a la estética original; destaca especialmente el uso de marcos de madera, plantas y accesorios de iluminación para definir ciertas áreas. En el vestíbulo se dispuso un sector para revisar la temperatura de los clientes, así como un baño adyacente para que puedan lavarse las manos, posteriormente hay una zona de espera y finalmente, estaciones móviles en las que tanto los espejos como las sillas pueden trasladarse de acuerdo a la cantidad de personas presentes.