ODA AL MAR
Fotografía © Pablo Blanco Barros
«… lo mejor que coleccioné en mi vida fueron mis caracoles. Me dieron el placer de su prodigiosa estructura: la pureza lunar de una porcelana misteriosa, agregada a la multiplicidad de formas, táctiles, góticas, funcionales», comentó alguna vez Pablo Neruda. En honor a su afecto y a la importancia que tuvieron para él, su fundación decidió otorgarles un lugar protagónico en su mítica casa-museo de Isla Negra; los responsables de la remodelación de la sala destinada a la exhibición de las caracolas fueron los arquitectos Natalia Busch y Stephan Schaale, especialistas en proyectos de interiores con implementación técnica y socios de la oficina chilena SHIFT. Se desarrolló una propuesta de exhibición de líneas contemporáneas, que busca generar un ambiente neutro y luminoso y que pone en valor los delicados detalles y geometrías diversas de las caracolas. Como la sala corresponde al cierre del recorrido de los visitantes, crearon además un acceso que estableciera un límite con el resto del museo, lo que se logró por medio de dos frentes desfasados que dejan entrever a través de dos cabezales curvos, el sorprendente interior de la habitación.
Revisa más imágenes en la edición 108 de Revista Ambientes.