Raíz atlántica
Fotografía: Peter Molloy
A orillas del Atlántico salvaje, la vivienda enclavada en la roca de Cruit Island, diseñada por la firma irlandesa Pasparakis Friel, redefine la noción de arraigo. Concebida para una familia que ha habitado el sitio por cuatro generaciones, se presenta como una continuidad del terreno, se posa sin imponerse.
Las formas, materiales y colores dialogan con la geología de granito, el viento y las memorias que habitan el lugar. Arquitectura y paisaje se entrelazan como capas de una misma historia. La vivienda se extiende entre dos afloramientos rocosos, generando espacios íntimos y abiertos a la vez.
Hacia el oeste, una fachada robusta se pliega con la topografía y resguarda la casa de las inclemencias del tiempo. Al este, una cara vidriada se abre hacia la bahía, acogiendo el sol y las vistas protegidas. Esta dualidad, protección y apertura, estructura no solo la forma, sino también la experiencia cotidiana de quienes la habitan.
La materialidad cruda y tonalmente apagada permite que la casa se disuelva en el paisaje sin perder presencia. Sus techos simulan la topografía, mientras que las ventanas verdes remiten a la vegetación nativa.
La casa sostiene más que destaca; es un refugio áspero y afectivo, diseñado para resistir el tiempo y convocar encuentros familiares tan sólidos como el acantilado que la sostiene.
