Vecindad vertical
Fotografía: JAG Studio
En La Vicentina, un barrio tradicional de Quito, se levanta la vivienda del ingeniero y académico Freddy Ordóñez, concebida junto al estudio ecuatoriano Al Borde como un laboratorio vivo para su investigación en resiliencia urbana. Situada en una escalinata y sin estacionamiento, la casa aprovecha su emplazamiento en ladera para abrirse a las vistas del cerro Auqui y propone un estilo de vida conectado al barrio, fomentando la interacción social y la vigilancia comunitaria.
El diseño compacto, organizado en dos volúmenes verticales, libera un patio central que se integra al paisaje circundante, optimiza la captación solar y genera terrazas en cada nivel. Cada planta cumple una función específica, desde las áreas sociales en la base hasta los dormitorios y estudios en altura, estableciendo una relación fluida entre interior y exterior.
La estructura se resuelve con pingos de eucalipto obtenidos de un bosque en restauración cercano, reduciendo el impacto ambiental y asegurando trazabilidad. Protegida por una piel de ladrillo que acumula y libera calor, la vivienda combina eficiencia energética, bajo consumo de recursos y una narrativa material que repara vínculos tanto ecológicos como comunitarios.
