La madera en la arquitectura rural
Fotografía: Nicólas Saieh
En Quilvo, Región del Maule, se erige esta vivienda de 112 m2 construidos que interactúa con un discurso de perspectivas propias y que enfrenta los desafíos de expansión constante debido a las necesidades dinámicas de sus ocupantes. Fue proyectada por el estudio de arquitectura Urzúa Soler. El proyecto corresponde a una vivienda productiva sobre un predio agrícola-ganadero emplazado en el valle central de Chile, en Curicó, sector denominado Quilvo, que corresponde también a una zona de viñedos en medio de un paisaje constituido por pequeñas lomas y bosques de árboles en un sector que se acerca a la cordillera de los Andes. La casa, con la madera como uno de sus protagonistas principales, se eleva en una de las planicies ganaderas que existe entre viñas, en un campo que combina plantaciones y producción de vinos con la crianza de caballos chilenos y ganado de vacunos.
El volumen de estructura marcada y pura, se proyecta incorporando la tradición de las antiguas viviendas rurales de la zona, las que poseían grandes aleros de maderos macizos en sus bordes, cubiertas que para el proyecto se extreman a casi 4 mts por lado a modo de planos inclinados suspendidos, los que protegen el cuerpo interior tanto del sol directo en verano como de la lluvia en invierno, a la vez que se construye una sombra habitable y resguardo dada por su perímetro, el que multiplica los espacios exteriores del proyecto generando así la habitabilidad del lugar en donde se da la vida del día a día de la casa y sus actividades de campo.