Habitando el silencio
Fotografía: Jose Hevia
Entre la meseta de Randa y los perfiles ondulados de Montuïri, Cas Sestadors redefine el habitar rural mallorquín desde la reinvención de dos cobertizos agrícolas. El proyecto, obra de Miel Arquitectos, representa una arquitectura profundamente contextual que no impone, sino que se derrama como un líquido suave bajo techos preexistentes, abrazando pilares de hormigón y vistiéndose con una piel ventilada de arenisca local que respira con el paisaje.
La vivienda se despliega como un organismo en equilibrio: genera porches, aleros y patios, traza un claustro-puente que conecta pasado y presente, y convierte su cocina-entrada en un corazón rítmico de la vida cotidiana. Cada gesto proyectual rinde tributo al entorno: desde la piscina que evoca qanats medievales hasta las terrazas que se abren, una al recogimiento y otra a la charla, en un juego de introspección y comunidad.
Cas Sestadors no solo habita el paisaje; lo interpreta. A través de materiales autóctonos, soluciones bioclimáticas y una espacialidad serena, el proyecto transforma el uso agrícola original en una forma de vida atenta, bella y sostenible. Una casa que, más que un refugio, es un diálogo pausado con la isla que la sostiene.
