Nuevas visiones
Fotografía: Andrea Ferro
Los países nórdicos han aprovechado su participación en la Bienal de Venecia para demostrar cómo el ser humano puede crear una arquitectura simbiótica con el medio ambiente. A través de “Another Generosity”, como fue bautizada la muestra, los comisarios Eero Ludén y Juulia Kauste exploran la relación entre el entorno construido y la naturaleza. En este espacio, destaca la presencia de cuatro volúmenes inflables que imitan la forma de una célula y poseen sensores que controlan los niveles de dióxido de carbono, la humedad y la temperatura de su entorno, “respirando” de acuerdo a las condiciones del ambiente. Si el dióxido de carbono es muy alto, se llena de aire, en tanto que a mayor temperatura cambian su color; “tenemos aquí estructuras que viven de acuerdo a los cambios de su entorno, como todas las personas”, explica Ludén. El nombre del pabellón en tanto, fue tomado del manifiesto de Yvonne Farrell y Shelley McNamara, curadoras de la bienal, en el que se solicita a los arquitectos una “generosidad de espíritu” en su trabajo.