PERCEPCIÓN ESPACIAL
Fotografía © Pablo Casals-Aguirre
Después de funcionar por años junto al palacio Errázuriz, donde se ubica la Embajada de Brasil, el Centro Cultural Brasil-Chile se trasladó a otro edificio del centro de Santiago cuya remodelación estuvo a cargo de la oficina chileno-española Ipiña+Nieto Arquitectos. La propuesta se organiza en torno a una biblioteca que funciona como núcleo articulador, en su perímetro se incluyó un anillo de estantes de madera en tonos marfil que permiten delimitar además los diferentes ambientes, separando esta zona de las aulas y del área de administración. La búsqueda de una profundidad visual y de no perder la percepción del espacio completo, provoca que la planta del proyecto juegue con las visuales y los puntos de fuga, de tal forma que siempre se tiene una clara percepción de toda la zona que comprende el centro cultural, siendo constante la presencia de los dos frentes acristalados del edificio y por tanto, de las dos orientaciones y su luminosidad.
Revisa el artículo completo en la edición 113 de Revista Ambientes.