ARQUITECTURA PARA CAMBIAR EL MUNDO
Creado en 1979, el Premio Pritzker es el mayor honor que puede recibir un arquitecto en la actualidad; hasta ahora sólo dos latinos lo habían obtenido, el mexicano Luis Barragán y el brasileño Oscar Niemeyer, por lo que este reconocimiento reafirma el inmejorable momento que atraviesa la carrera de Alejandro Aravena. Con sólo 27 años el arquitecto chileno fundó su propio estudio, a los 39 asumió además la Dirección Ejecutiva de Elemental, organización sin fines de lucro que se dedica al desarrollo de proyectos sociales y desde los 42 que forma parte del selecto jurado que cada año define al ganador del Premio Pritzker. Aravena se graduó como arquitecto en la Universidad Católica de Chile y posteriormente se trasladó a Italia donde estudió Historia y Teoría en la Università IUAV de Venecia y grabado en la Academia di Belle Arti de la misma ciudad; entre 2000 y 2005 se desempeñó como profesor visitante en Harvard y ha dado clases en el London School of Economics, donde desde el 2011 es miembro del Consejo Asesor del Cities Centre. Sus obras van desde edificios educacionales a viviendas privadas y multifamiliares, dentro de las cuales destaca la labor que ha realizado como parte de Elemental, cargo que lo llevó a dirigir la reconstrucción de la ciudad de Constitución después del terremoto de 2010, gracias a lo que obtuvo el premio Holcim Silver Award por su contribución en construcción sustentable. Recientemente ha alcanzado un nuevo logro al ser nombrado Director de la Bienal de Venecia 2016, evento en el que ya había participado en ediciones anteriores como expositor, llegando a obtener en 2008 el León de Plata por Elemental, como el arquitecto joven más prometedor. www.alejandroaravena.com